Los profesionales que configuran el equipo médico serán un gran soporte para que puedas superar la enfermedad proporcionándote no sólo cuidados médicos sino también apoyo, información y orientación.
Una comunicación fluida con ellos te ayudará a pedirles información, a transmitirles tus dudas y preocupaciones y reducirá miedos innecesarios.
El enfermo tiene derecho a preguntar todo lo que considere adecuado y a expresar su opinión cuando vaya a tomarse alguna decisión importante. No siempre es fácil solicitar información. El nerviosismo, el miedo, las prisas impiden que el enfermo solicite aclaraciones a muchas de las dudas que le surgen.
A continuación te ofrecemos algunas pautas que pueden facilitar la comunicación con el equipo:
- Define la información que quieres antes de acudir a la cita médica. Piensa en lo que sabes y lo que deseas saber. Es útil escribir previamente todo aquello que quieres consultar. De este modo evitarás que los nervios o las prisas faciliten el olvido de algo importante.
- Busca el momento adecuado. El tiempo de las consultas es limitado. Para facilitar que el médico te preste la máxima atención es conveniente comentarle, desde el principio, la intención de realizarle una serie de preguntas.
- Lleva un cuaderno de anotaciones médicas. Llevar la información bien organizada te permitirá poder explicarla de forma rápida y breve. Anota todas las visitas, los medicamentos que tomas, las pruebas realizadas, las fechas y los resultados y los síntomas qué más te preocupan. Si tienes las cosas claras tendrás más tiempo para hablar de lo que te interesa.
- Realiza preguntas cortas y directas. Una cada vez, y espera a que el médico responda y a que lo hayas entendido para realizar la siguiente.
- Expresa tus preocupaciones sin sentirte inhibido. El médico está para ayudarte, no para juzgarte. Necesita disponer de toda la información que puedas proporcionarle para poder realizar valoraciones más adecuadas sobre tu situación.
- Recuerda que también el personal de enfermería oncológica está capacitado y preparado para escucharte.
- Sé claro y directo a la hora de expresar tus preferencias, deseos y necesidades. Por ejemplo, ante la sugerencia del médico de que le gustaría hablar en privado, simplemente díle por ejemplo “preferiría que mi hijo estuviera presente”.
A continuación te ofrecemos una serie de posibles preguntas:
- Preguntas sobre el diagnóstico
- ¿Qué tipo de cáncer tengo?
- ¿Qué pruebas me van a realizar? ¿Son dolorosas?
- ¿Cuánto tiempo tardarán en darme los resultados de las pruebas?
- ¿Tengo que seguir algún tipo de recomendación durante estos días?
- Preguntas sobre el tratamiento y los efectos secundarios
- ¿Cuáles son los tratamientos recomendados en mi caso? ¿Por qué? ¿Qué objetivos tienen?
- ¿Qué efectos secundarios pueden aparecer? ¿Cómo afectarán a mi vida? ¿Cómo pueden cambiar mis actividades cotidianas durante el tratamiento? ¿Podré seguir trabajando?
- ¿Cuánto tiempo pueden durar? ¿Puedo hacer algo para aliviar estos efectos?
- ¿Cuáles son los síntomas o efectos secundarios sobre los que debo informar? ¿A quién debo llamar?
- ¿Cómo será la cicatriz?
- ¿Necesitaré estar en el hospital para recibir el tratamiento? ¿Durante cuánto tiempo?
- ¿Por qué se dan tratamientos diferentes?
- Preguntas sobre el seguimiento
- ¿Con qué frecuencia tengo que venir a revisión?
- ¿Qué tipo de cuidados deberé seguir?
- ¿Cuándo podré reanudar mis actividades normales?
- Preguntas sobre información específica o recursos de ayuda
- ¿Dónde puedo solicitar ayuda psicológica?
- ¿Dónde puedo solicitar una consulta con el fisioterapeuta?
- ¿Dónde me pueden informar sobre ayudas sociales? ¿Con quién tengo que hablar para recibir ayuda?
- ¿Existen organizaciones en las que pueda obtener más información acerca del cáncer?