Cómo paliar el estrés o la ansiedad ante el cáncer

El estrés o la ansiedad es una reacción fisiológica del organismo para afrontar una situación que se percibe como amenazante, la persona siente que está bajo presión mental, física o emocional. Hoy en día, es bastante frecuente padecer un cierto nivel de estrés o de ansiedad, pero éste debe ser tolerable y no afectar de forma negativa a nuestra vida.

Hay determinadas situaciones que pueden aumentar nuestro nivel de ansiedad, ya sean rutinarias u otras menos comunes: personales, problemas en el trabajo, relaciones amorosas, o las enfermedades.

En el caso de las personas enfermas de cáncer, no es infrecuente que padezcan en algún momento, de angustia o un nivel de estrés elevado, sintiendo que no pueden controlar su vida o los cambios debidos a la enfermedad.

El estrés es uno de los factores que afectan de forma muy importante a la calidad de vida de los enfermos, siendo clave en el tratamiento de la enfermedad. El cuerpo reacciona al estrés, dotándole de mayor fuerza y rapidez para escapar de una amenaza percibida, pero unos elevados niveles de estrés o una situación de ansiedad durante un periodo de tiempo prolongado, pueden llegar a provocar problemas de salud importantes alterando el funcionamiento del sistema inmunitario o del aparato digestivo, o dando lugar a la aparición de insomnio, depresión, enfermedades coronarias,….

Diversos estudios no han encontrado una relación directa que determine que el estrés es una de las causas que origine cáncer, si bien es verdad que el estrés puede ser uno de los efectos de padecer esta enfermedad.

Hasta ahora, no hay evidencias científicas que demuestren que el control del estrés mejora la supervivencia del cáncer, pero sí que este control ayuda a desarrollar una vida saludable y mejora el bienestar físico y mental del paciente. Estudios experimentales han demostrado que el estrés psicológico puede afectar al crecimiento y la extensión de la enfermedad.

Para intentar disminuir ese nivel de estrés o ansiedad, es fundamental el apoyo de familiares y amigos, pero además, podemos llevar a cabo alguna de las siguientes propuestas:

  • Técnicas de relajación o meditación.
  • Actividad física moderada.
  • Vida saludable y alimentación cuidada.
  • Sesiones grupales o terapias en organizaciones especializadas.
  • Realizar actividades que nos relajen: manualidades, pintura, escritura, etc.
  • Practicar nuestros hobbies: desde coleccionismo de sellos a la lectura, escuchar música, realizar puzzles, caminar, jugar a las cartas,…
  • Acudir a nuestro médico especialista.
  • Controlar la medicación con antidepresivos y ansiolíticos.

Referencias:

Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, http://www.cancer.gov/

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